A horas de conmemorar el 25 de mayo, a 25 años de restitución de la democracia, a dos años del bicentenario, los sueños y los proyectos revolucionarios de mayo siguen pendientes y eso en vez de desmoralizarnos tendría que unirnos en la defensa de una democracia más sólida y equitativa. La juventud de nuestra nación y de nuestra ciudadanía requiere, en estos contextos turbulentos, pensamiento y templanza; discusión y crítica.
En la vorágine de las escuelas esto se complica y los actos intentan hacer un corte para pensar sobre ello. Un grupo de docentes y alumnos realizaron algunas reflexiones que quiero compartir con ustedes. Además agradecemos la participación de los alumnos en el "momento musical" con dos canciones hermosas y aclamadas!.
Valentina
"No es posible imaginar cómo se hubiera construido la Argentina sin sueños: sin los ideales de los revolucionarios de Mayo; sin los desvelos de los fundadores de la patria, sin los pensadores y luchadores, trabajadores y burgueses, campesinos y desterrados, hombres y mujeres que construyeron nuestro país a lo largo de estos azarosos, turbulentos y cortos 198 años de vida en común. Pero no es cierto que soñar no cuesta nada. Nadie dijo que sería fácil. La invención de la Argentina, un sueño al fin, tuvo la marca indeleble de una utopía ¿Cuál sería la nueva utopía para la Argentina? Dado el presente, ¿no es acaso el sueño mayor modificar la brecha salvaje en la distribución del ingreso?. Que la salud pública abarque al ciento por ciento de los argentinos; que la educación vuelva a sus niveles de excelencia; que la seguridad ciudadana no se deje en manos del juego violento de policías y delincuentes enfrentados?. Hoy nos reunimos para festejar la concreción de aquella utopía, pero con la idea de concretar nuevos y futuros sueños…
Los invitamos también, como parte de este acto, a leer y analizar la cartelera del 25 de Mayo que se encuentra en el pasillo de nuestra escuela. Y por qué no, a explicar con un epígrafe los símbolos y datos que allí aparecen.
Nadie dijo, desde ya, que será fácil soñarnos y reinventarnos como país si se mira al fondo de nuestra historia y se vibra desde nuestro crispado presente a apenas dos años del bicentenario. Porque estos 200 años fueron una infancia áspera. Es parte de nuestra utopía ingresar a una etapa de más equidad donde aquellos que tienen responsabilidad institucional comprendan que el eje del cambio es la educación, tal y como lo soñaron los fundadores de la Patria."
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