jueves, 8 de noviembre de 2007

Dar la ocasión




“… lo “normal”, en educación, es que la cosa “no funcione”: que el otro se resista, se esconda o se rebele. Lo “normal” es que la persona que se construye frente a nosotros no se deje llevar, o incluso se nos oponga, a veces simplemente, para recordarnos que no es objeto en construcción sino sujeto que se construye”
Philippe Meirieu


Muchas veces he pensado en torno a la tarea pedagógica. Sin la intención de definirla aquí, si esa empresa fuese posible, quiero abrir algunos interrogantes en torno a la mirada sobre los adolescentes. ¿Cómo los vemos?, ¿qué representaciones sociales se disparan al mirarlos cuando están en grupo?; ¿Cómo soportar, en el sentido de ser soporte, el transito por la adolescencia?; ¿Cómo trasmitir la cultura y su construcción histórica?;
Intentar, intentar e intentar, a fuerza de ser molesta. En ese intento estamos todos los días desde las aulas y los espacios en los que se pueda extender la mirada y generar una ocasión


Graciela Montes dice que: “La ocasión es, digamos, una grieta en el tiempo, una brusca expansión del instante. Una isla que obliga al agua del gran río fluyente a pegar un rodeo. Significa un pequeño brinco de libertad, un ensanchamiento del horizonte, un nuevo punto de vista. Todo puede convertirse en ocasión, nuestro propio cuerpo, la ciudad, el paisaje, las demás personas, las ideas, todo ‘lo que está ahí’, sea lo que sea, puede abrirse en ocasiones o permanecer cerrado y mudo, ajeno. Puede encenderse en significaciones o quedar inerte, presa ciega del tiempo.”

La participación en proyectos de extensión al medio, es una ocasión de andar caminos fuera de los intramuros de la escuela. Por eso, año tras año hacemos es esfuerzo de vulnerar la rutina, en el sentido de aquello que nos es conocido, participando con otras instituciones gubernamentales, ONG, grupos ecologistas, campañas de promoción de la lectura, proyectos solidarios, campañas de difusión y concientización, jornadas y quijotadas para habitar el mundo e intentar pesar en otro posible, donde las desigualdades sociales y la inconciencia ecológica- o ecosófica- puedan revertirse. La concientización y la participación son el camino para la alfabetización con el sentido político que Freire promulgo.


En este momento hay dos campañas en marcha con lso alumnos de 9º y 8º año. Por un lado la recolección de envases plásticos que son reciclados en distintos microemprendimientos; y por otro la campaña solidaria con la Ludoteca que se esta formando en la Biblioteca de las Escuela José Mármol, del barrio Ludueña y la colecta de alimentos no perecederos para la fundación que “el negro” Fontanarrosa apadrinaba. Para la puesta en marcha de ambos proyectos contamos con el apoyo de Grupo ecologista Rosario y la Organización Argentina de Jóvenes para las Naciones Unidas.


Desde ya necesitamos el apoyo de toda la comunidad para que estos proyectos se puedan sostener en el tiempo, por eso… junten los envases en casa, tráiganlos limpios y sin etiquetas y deposítenlos en los bolsones que están a los costados de la cancha de fútbol en el patio de la escuela. También los esperamos el 16 a las 19.30 en la función de “Cine negro” cuya entrada es un alimento no perecedero para la Fundación apadrinada por R. Fontanarrosa. Por otro lado, hasta el 23 de noviembre recibimos libros de cuento y texto y juegos de mesa para la biblioteca de la Escuela de barrio Ludueña.


Todos los proyectos son llevados adelante por los mismos adolescentes que a veces nos hacen adolecer, porque son ellos mismos los que si les damos la ocasión, pueden comprometerse con su el medio social y cultural. Son ellos los que motivan estas líneas y me enseñan, cada día, que vale la pena la apuesta a la tarea pedagógica.
Valentina López de Heredia


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